Sunday, August 27, 2006

En la fiesta de mi pueblo!

El dia de hoy les contare del pueblo donde trabajo, La Florida! Ubicado en el municipio del Cardonal, del estado de Hidalgo, cuenta con ma o menos 800 habitantes, muchos de los cuales tienen familiares que, a causa de las pocas oportunidades, tiene que emigrar a estados unidos (atlanta, carolina, florida); la gentes es tranquila (hasta que se les busca, segun me han contado), hablan el otomí (que la primera vez que lo escuchas jurarias que hablan chino!), toman cantidades mostruosas de cerveza y pulque, y como dijera el programa, ahi me toco vivir!

A mi llegada me encontre con un paisaje bastante triste y desolador; un terreno con barrancas, cerros, vegetacion desertica, colores del café al gris, ni un alma, casas pequeñas, con varios kilometros entre una y otra... sin señal de telefono (el celular poco me importo), sin callecitas y la idea romantica que tenia del pueblito donde trabajaria de doctor, pues obviamente se fue mucho a la chingada (en hidalguense puro). Durante el trayecto se me conto que conviviria con serpientes de coralillo, arañas capulinas, cascabeles, coyotes, lagartos tipo gila y escorpiones, lo que aun mas me animo y me dio confianza (como podrán imaginarse) pero casi todos mis miedos se pasaron al entrar por primera vez a la clinica.

La unidad médica es del IMSS, afortunadamente para el novel doctor que cae ahi y para la comunidad, cuenta con una farmacia bien surtida, instrumental completo, computadora, radio para comunicacion, tele!, una cocineta y un enorme patio con hormigueros, una que otra cascabel perdida e infinidad de conejos! Se puede trabajar muy bien con la comunidad, los pacientes, pues son como en todos lados, latosos, chillones, pero que al fin y al cabo, al ganarse su confianza bastante buena gente y bastante comprensivos. Sin embargo, la soledad es lo que siempre me mata al final, a pesar de pasar casi todo el dìa acompañado por mi enfermera, de bastante consulta, el quedarse completamente solo es una carga bastante pesada, rota afortunadamente por el radio (con el cual, por las tardes, es posible comunicarse con varios compañeros y tener platicas llenas de babosadas, quejas, dudas, etc) y por la musica que llevo siempre conmigo.

En otras entregas les contare algunas anecdotas de mi estancia en este curioso lugar, olvidado de la mano de dios!

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